Don Íñigo López de Mendoza,
guerrero y poeta, nació en Asturias, en 1398. Era hijo de un gran
almirante de Castilla, perteneciente a una buena familia, y muy rico.
Con estos elementos al servicio de su talento,
no es de extrañar que desde joven brillara en la corte.
Durante su juventud se consagró con
éxito al servicio de las armas, habiendo luchado contra los navarros,
y si bien fue derrotado por éstos, no fue sin gloria, pues que se
las había con fuerzas muy superiores a las que él mandaba.
Luego cooperó en las guerras de la
reconquista, habiendo figurado en la batalla de Olmedo, en 1445, año
en que recibió el título de Marqués de Santillana.
En las intrigas cortesanas de aquellos tiempos
tomó parte activa muy importante, pues fue el mayor enemigo del
condestable don Álvaro de Luna, y principal causa de su caída.
En poesía, fue íntimo y
discípulo del duque de Villena, que tanto trabajó por la
introducción de la poesía provenzal en España.
Fue también el gran protector de los
poetas en la corte, y su fama llegó a tal altura, que se iba a la
corte no más que por verle y saludarle, cual más tarde había
de hacerse con Lope de Vega.
Su ardor por el cultivo de las bellas letras
y por su popularización en España fue tal, que fundó
y sostuvo una escuela italiana de poesía; mas el ambiente se prestaba
poco para empresas de este género, pues la España de entonces
no estaba preparada para comprender el refinamiento de los italianos, y la
escuela no prosperó: a ella se impuso la rudeza de los españoles
de entonces, cuyas continuas guerras no les habían dejado tiempo de
cultivar las artes de la paz.
Sin embargo: si el marqués no logró
recoger él mismo el fruto de la simiente por él echada, la
posteridad ha de reconocer que su famosa escuela contribuyó en grande
parte a preparar el terreno para nuestro glorioso siglo de oro.
Compuso varias obras, algunas de las cuales
andan hoy perdidas, pero sobresalen el Canto fúnebre del Duque
de Villena, la Comedieta de Ponza y otras composiciones menores,
entre ellas la fina y delicada Serranilla, que es la que más
le ha popularizado.
Al principio de este libro hemos puesto su
famoso proemio al Condestable de Portugal, que le envió un propio
pidiéndole le otorgase el favor de enviarle sus obras, y que es un
concienzudo estudio de la poesía de los tiempos aquellos, al par que
la prueba de que si el marques hacía buenos versos, también
sabía componer prosa a maravilla.
Murió en 1458.
(Antología de los mejores poetas castellanos, Rafael Mesa y López. Londres: T. Nelson, 1912.)
Íñigo López de Mendoza
El Marqués de
Santillana
(1398-1458)
Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, the son of the Admiral of Castile and nephew of López de Ayala, was born at Carrión de los Condes. He was a skillful politician and bitterly opposed to Alvaro de Luna. He died at Guadalajara on March 25, 1458. He is remarkable for a fine classical knowledge, and for his acquaintance with all the literary forms of the Provençal and Italian schools. He is thought to have been the first to employ the sonnet form in Spain. His Obras were published in Madrid, 1852, edited by José Amador de los Ríos, and his poems are to be found in the Cancionero Castellano del siglo XV, collected by M. R. Foulché-Delbosc in the Nueva biblioteca de autores españoles (vol. xix).
(Hispanic Anthology: Poems Translated from the Spanish by English and North American Poets, collected and arranged by Thomas Walsh. G. P. Putnam's Sons, New York, 1920).